Taquicardia, sudoración, sentimiento de ira, temblores, dificultad para respirar o náuseas son solo algunos de los síntomas que pueden sentir las personas que padecen cinofobia, un miedo irracional y persistente hacia los perros, a otros caninos o a la rabia. Sigue leyendo, porque desde TerranovaCNC intentaremos arrojarte algo más de luz en este tema.
Las causas que provocan esta fobia no son siempre justificadas. En la mayoría de casos, la fobia se desencadena a partir de un episodio traumático en el que la persona afectada sufre un ataque de este animal o es testigo de la agresión a otra persona. Estos casos suelen ocurrir durante la infancia, y el miedo generado en esa situación permanece en el tiempo y va empeorando.
Sin embargo, no todos los casos de cinofobia han sido desencadenados por un episodio de este tipo. En algunas ocasiones, la persona afectada no recuerda ninguna mala experiencia con estos animales y no es capaz de comprender el origen de este miedo irracional.
Otro medio de adquisición de esta fobia, según el psicólogo y educador canino Jesús Gutiérrez, es la transmisión por imitación. En numerosas ocasiones, los miedos irracionales que tienen los padres son transmitidos a sus hijos, ya sea por temor propio o a través de simples comentarios como «no te acerques, que te muerde». Gutiérrez asegura también que el miedo hacia los perros ha aumentado en los últimos años debido a la cantidad de ataques que se han producido a personas, lo que ha generado alarma social.
¿Tienes cinofobia o tu miedo es normal?
No siempre los miedos acaban convirtiéndose en fobias. Tal como asegura Bettina Cabana, licenciada en Laboratorio Clínico, para saber si lo que te pasa es normal o si realmente padeces cinofobia, debes tener en cuenta ciertos factores:
El miedo es desproporcionado.
Evitas situaciones en las que podrías encontrarte con un perro.
No existe explicación lógica para este miedo irracional.
El terror sobrepasa tu capacidad de control
Cuando te cruzas con un can sientes malestar, sudoración, taquicardia o náuseas.
Sientes ansiedad extrema, ataque de pánico (casos más graves).
Si te sientes identificado con estas reacciones, posiblemente sufras cinofobia.
¿Cuáles son los posibles tratamientos?
Las fobias no desaparecen de un día para otro, y es necesario acudir a un especialista para que nos recomiende qué tipo de tratamiento se ajusta más a nuestro caso. Las fobias específicas relacionadas con un objeto o una situación definida, pueden tratarse mediante terapia cognitiva conductual o bien terapia de exposición gradual.
La terapia cognitiva conductual se focaliza en modificar los pensamientos y comportamientos que gestionan el problema. Su objetivo es dotar al paciente de las habilidades necesarias para superar sus dificultades psicológicas. En algunos casos, cuando es necesario para entender el problema actual, se pregunta al paciente información sobre el pasado (posibles situaciones traumáticas, recuerdos, etc.), aunque el acento del tratamiento está puesto en resolver las dificultades de hoy. La terapia se divide en cuatro fases: la evaluación del problema, la explicación de la hipótesis, la puesta en práctica de las técnicas escogidas y el seguimiento y la evolución del paciente.
Por otro lado, la terapia de exposición gradual, trata de acercar gradualmente a la persona a la causa de su miedo, para que poco a poco asocie nuevas experiencias positivas, dejando atrás las emociones negativas asociadas al mismo.Puede llevarse a cabo con perros reales o con imágenes de perros, aunque contra más real sea la situación, posiblemente mejores resultados se obtendrán. Durante el tiempo de exposición, que dependerá en cada caso, es importante que el paciente esté apoyado por su terapeuta. De esta forma podrá controlar mejor su ansiedad y le será más fácil cambiar sus pensamientos irracionales por otros más racionales y positivos.
También existen otros métodos para tratar la cinofobia como las técnicas de relajación y la exposición mediante realidad virtual.
No existe una medicación para las fobias específicas. Se considera que los medicamentos para la ansiedad son los que pueden resultar más útiles, aunque algunos especialistas creen que éstos pueden obstaculizar el proceso de exposición e interferir en el tratamiento.
De todas formas, en el caso de padecer cinofobia, la mejor decisión es consultar con un especialista para comentar nuestro caso y decidir cuál es la mejor manera de actuar.
