Luego de que por una instrucción judicial fue reinstalado en el cargo, Edmundo Jacobo Molina anunció su renuncia como secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), al considerar que no existen condiciones para continuar en el cargo.
La decisión la tomó tras conocerse los perfiles de las cinco mujeres que compiten por la presidencia del órgano electoral, todas ellas, en menor o mayor medida, ligados a Morena.
Los consejeros intentaron persuadirlo de no hacerlo, pues consideraron que será difícil encontrar un reemplazo con su experiencia.
El secretario ejecutivo del INE es la mano derecha de quien ocupe la Presidencia, por lo que Jacobo prevé una situación ríspida e intransitable, ante los descalificativos que ha recibido por parte de Morena.
El funcionario electoral llegó al cargo en 2008 y, tras la reforma electoral de 2014, se mantuvo otros seis años.
En febrero de 2020, dos meses antes de que concluyera su período, se le reeligió por seis años más, hasta 2026.
Jacobo, de 67 años de edad, tiene bajo su supervisión las direcciones ejecutivas del Instituto, varias unidades técnicas y todo el servicio profesional electoral; es además el representante jurídico del organismo, y su nombre y firma están en todas las credenciales para votar.
