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Empoderamiento de la Mujer

Por: Guillermo E. Quiroga Madrigal

“La seguridad es más que nada una superstición. La vida es una aventura atrevida o no es nada.” Helen Keller. 8 de marzo Día Internacional de la Mujer

Lejos estamos en México de lograr el empoderamiento de la mujer. Digamos que del discurso al hecho, hay mucho trecho. Nuestros políticos (varones) en su mayoría, hablan y hablan pero pocos están dispuestos a ceder.

¿Qué es el Empoderamiento de la Mujer?

El empoderamiento de la mujer se define como el proceso por el cual adquiere un mayor dominio y control sobre su propia vida, las circunstancias que la rodean y los elementos que forman parte de ella.

Es decir, posee poder sobre su cuerpo (decide como vestirse, como caminar, embarazarse o no, realizarse un tatuaje o no) y su entorno (como por ejemplo la forma en que participa en su núcleo familiar, en las comunidades o en el contexto laboral).

Para esto, se hace necesario que cada una de las mujeres ejerzan sus roles desde la autonomía, posean influencia en el proceso de toma de decisiones, puedan opinar, votar y ejecutar acciones sin ser vetadas o invisibilizadas.

Además, es importante que tengan la oportunidad de acceder y manejar sus propios recursos materiales y económicos, y encontrarse libres de violencia en todas sus expresiones: verbal, física, ideológica, psicológica. También poseer información de todas las índoles y que la justicia les afecte de la misma manera que a los hombres.

En México aún estamos lejos de lograr que la mujer tome un rol importante en lo referente a lo laboral, aún las distancias con el género masculino son desproporcionadas, siguen picando piedra para poder subir algún peldaño e igualar en lo económico sus percepciones o en algún cargo público de primer nivel. Un gran acierto del presidente, Andrés Manuel López Obrador, es incluir en su gabinete presidencial a ocho mujeres a la cabeza de diferentes secretarías de estado.

En Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, de 55 cargos públicos de primer y segundo nivel, solamente incluyó a 19 mujeres. En el ayuntamiento de Guadalajara, hay 15 mujeres en cargos de primer y segundo nivel en un promedio de 26 puestos; en Zapopan 52 mujeres de cerca de 90 puestos; mientras tanto en Tlaquepaque, de los 76 puestos, 37 los encabezan las mujeres. En Tonalá, de alrededor de 77 puestos de primer y segundo nivel, solamente 18 son encabezados por mujeres. La información plasmada por su servidor, fue obtenida mediante las páginas web de los propios ayuntamientos y del gobierno estatal, no incluye a integrantes de los cabildos.

Echando un vistazo al gobierno estatal y a los ayuntamientos del área metropolitana vemos un desequilibrio en los puestos de primero, segundo y tercer nivel, por más esfuerzos hechos por organismos de la sociedad civil para que la mujer tenga más participación en cargos públicos, en el ámbito gubernamental aún están lejos de lograr un equilibrio de al menos un 50 por ciento.

Las mujeres día a día buscan alternativas de superación, muestran las ganas de salir adelante, en tanto en el hogar, laboral y académico, piden a gritos oportunidades para desempeñar cargos de gran envergadura.

El término de empoderamiento de la mujer, fue otorgado por primera vez de manera formal en un encuentro celebrado en la ciudad de Beijing en 1995, denominado Conferencia Mundial de las Mujeres. El objetivo principal era aumentar la visibilidad de la mujer en la toma de decisiones y su participación en el poder.

Para que se pueda dar el proceso de empoderamiento en las mujeres, es necesario que se desarrollen cuatro aspectos que lo conforman: El tener. El saber y el saber hacer. El querer y el poder. Y los niveles de empoderamiento de la mujer son: individual y colectivo.

Lo más destacable del empoderamiento de la mujer no es tener el manejo y dominio absoluto sobre las circunstancias que las rodean y tampoco controlar los recursos materiales y/o financieros que posean. Lo más importante, sin duda alguna, es tener el conocimiento de cómo acceder a ellos, de cómo usarlos y poder tener la competencia para incidir o influenciar sobre estos y las personas, para así controlar la dinámica de los procesos en los que están envueltas las mujeres.

Lo primordial no es tener en las manos el poder; lo esencial es aprender a participar en el proceso que lleva a la ganancia de este. En otras palabras, lo importante va a ser las relaciones que se establecieron y las acciones que se llevaron a cabo para conseguirlo.

Esas acciones traerán consigo: mujeres con un sentido de control personal, con un  pensamiento crítico y capacidad reflexiva acerca del contexto sociopolítico en el que se encuentran, otras ideas con respecto a la participación y organización de las estructuras sociales, el reconocimiento de la importancia de la búsqueda de apoyo social, comunitario e institucional. Convirtiéndose así en mujeres de acciones, movilizadoras de conciencias, con la capacidad de controlar sus recursos, siendo estas características sus principales fortalezas.

Ojalá que aquí en México tengamos pronto un equilibrio de igualdad con las mujeres, felicidades en este ya próximo 8 de marzo, Día lnternacional de la Mujer y que todos los días sean para ustedes mujeres, enhorabuena… Seguimos en este Reloj de Arena.

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Periodista, resignado Atlista, enamorado de mi ciudad y de mi Estado. De L a V en punto de las 7am al aire @1070noticias http://bit.ly/oYJFU2