El jefe de Gabinete de Argentina, Marcos Peña, reveló hoy que reforzarán la seguridad de la Casa Rosada, sede del gobierno, tras descubrirse que entre los periodistas acreditados se encontraba uno con una orden de captura.
Peña descartó que, a pesar de este incidente, la seguridad del presidente Mauricio Macri esté en peligro, aunque reconoció que se deben revisar los mecanismos de control.
Este martes se reveló que Juan Manuel Illescas, quien estaba acreditado como periodista de una radio de la provincia de Entre Ríos, fue detenido el pasado viernes en una causa en la que está acusado de robo, incumplimiento de deberes de funcionario público y falsedad ideológica de documentos públicos.
A pesar de que Illescas tenía pedido de captura nacional e internacional, fue acreditado de manera permanente en la Casa Rosada y cubría de manera cotidiana las actividades del mandatario.
Además de las acusaciones formales en su contra, ahora se sospecha si formaba parte de algún servicio de espionaje, lo que agravaría aún más el caso.
La orden de detención se descubrió cuando Illescas trató de acreditarse para la cumbre de ministros de Finanzas y directores de bancos centrales del Grupo de los 20, que se realizó el pasado fin de semana en Buenos Aires.
Al descubrir que tenía pedido de captura de un juez de Entre Ríos, los organizadores le negaron el acceso a la Cumbre y finalmente fue detenido.
Peña explicó que este caso demuestra la necesidad de implementar programas de acceso a la Casa Rosada que estén cruzados con los sistemas de seguridad.
Descartó que quede afectada «la imagen o la percepción del cuerpo de periodistas acreditados en la Casa Rosada, con los que trabajamos a diario. Sabemos de su profesionalismo y que nada tiene que ver con este tipo de antecedentes delictivos. En todo caso, aumentar los controles puede servir para proteger el buen nombre de todos».
