Por: Carlos E. Martínez Villaseñor
La crisis que vive nuestro país, territorialmente en la parte sur, es tan grande que ya superó cualquier expectativa. El gran número de solicitudes en condición de refugiado, hace imposible la capacidad misma de la autoridad.
Después que todos observamos, por diferentes medios de prensa y medios de comunicación digitales, donde prácticamente EUA se lava las manos e instruye “políticamente, entre abrazos y fotos oficiales” a México cerrar fronteras migratorias en la frontera sur, hoy ya es un colapso. Según Andrés Ramírez, se están solicitando alrededor de 131 mil 448, entre las que se encuentran por nacionalidad: Haití (51.857), Honduras (36.361), Cuba (8.319), Chile (6.970), Venezuela (6.223) y El Salvador (6.037). Agregó que, en el caso de los chilenos, estos son hijos de haitianos.
El titular de COMAR, vive la intensidad con la que inmigrantes del centro y sur del continente, viven día con día, donde la mayor parte no tienen respuesta alguna. Se anunciaron diferentes programas nacionales, con ultra resultados, con presupuesto gubernamental, con estrategia… la realidad es otra, que urge resolver. El problema de migrantes en el país, ha sacudido la seguridad misma de muchos estados, sobre todo quienes están conectados por las vías férreas hacia el norte, mismas que los migrantes utilizan buscando llegar a Estados Unidos. Es lamentable y triste, cómo personas que busca sustento para sus familias, pasan por momentos atroces durante este camino. Miles de casos han sido contados vía redes sociales, programas especiales, en viva voz en algunos cruceros de las ciudades. En realidad ¿cómo pensaba la autoridad controlar y atender esta gran cantidad de migrantes? Entendemos que naturalmente, el país se ha convertido en un terreno de paso, ¿pero realmente cuál es nuestra capacidad como nación? El refugio o el asilo, es la gran demanda.
Hemos visto los grandes problemas que suceden en las entradas al país, donde las revueltas, los golpes, las agresiones, han sido actores de alerta. Se habla de un 300% de aumento. Parece que no queda claro, el presupuesto para poder contrarrestar esta demanda es la gran disputa, ante el colapso.
Para todo esto, ¿qué ocurrió con el Programa Quédate en México? Un programa de la pasada administración estadounidense, con Donald Trump, donde básicamente le pedían al migrante resolver la tramitología en territorio mexicano, y después ya podrían pasar a la tierra prometida. Aunque usted no lo crea, así se aceptó, la realidad es que también con dinero mexicano, dado que el país del norte ya fondea programas para la seguridad local, y pues no les dieron opción. Si se hubiera destinado correctamente, no existiría este problema actual. ¿Qué ocurrirá con los derechos humanos de estas familias migrantes?, ¿Dónde están las organizaciones como naciones unidas apostando por un equilibrio legal y un trato digno hacia los migrantes?.. las preguntas pueden ser infinitas, el problema es que las respuestas son muy cortas. Lo cierto es que nadie pensó en revisar en la ley de egresos este problemón, mientras veíamos cómo se buscaba que personas de 18 años pagarán obligatoriamente impuestos, entre temas más erróneos, nadie levantó la mano para ver la situación de este programa, que no solo es ineficiente, sino que carece de cualquier orden administrativo.
¿De qué viven los migrantes en el país, mientras esperan sus documentos? o lo que es peor, ¿aquellos que están en la frontera, de qué viven? contemplando que son familias las que buscan cruzar. Quizás antes de buscar construcción de estadios con bitcoin en El Salvador, su gobierno debería de buscar cómo apoyar a sus paisanos, que buscan salir del país para poder comer y tener un techo digno. La delincuencia organizada es un factor por analizar, en este laberinto migratorio, y me refiero al narcotráfico, trata, etc.. pasajes negros, que son realidad.
Legisladores federales, ojalá regresen de vacaciones pronto, y atiendan este gran problema.
