Todos nos quejamos en algún punto de nuestras vidas, pero hay personas que lo hacen todo el tiempo, y ¿tu salud se quejará de tu inconformidad? Aquí te explicamos por que es necesario mantener la cordura.
Una persona promedio se queja al menos una vez por minuto durante una conversación, ¿se te hizo mucho? El elemento principal aquí es la negatividad de cosas que no deseamos en nuestra vida o cómo nos relacionamos con otros.
¿Y te has puesto a pensar que al final, nada cambia a través de nuestras quejas y sentimientos o pensamientos negativos? Originalmente nos hemos centrado en lo negativo como medio de supervivencia, ya que nos gustaría sintonizar con lo que queremos o apreciamos para cambiarlo. Cuanto más nos fijamos en algo que nos puede hacer daño, más estamos programados para estar en guardia.
El quejarse es una manera de reconocer un problema sin tratar de solucionarlo, alimentando el problema con más energía y generando más estrés. El estrés causado por quejarnos daña las neuronas en el hipocampo y perjudica tu capacidad para crear nuevas neuronas o caminos neuronales. (El hipocampo es la parte del cerebro que se utiliza para la solución de problemas y el funcionamiento cognitivo.)
Y escuchar a alguien más quejándose nos afecta de la misma manera que si nosotros lo hiciéramos. ¿Cómo puedes evitarlo?
*Define tus quejas y con que frecuencia lo haces
Atención una queja y una observación son diferentes ya que uno es una declaración y el otro es un sentimiento o una opinión adjunta a la declaración. La comprensión de la gravedad del problema es el primer paso.
*Mantente alejado de personas negativas
Se proactivo y productivo durante un problema, ofrecer soluciones siempre es bueno.
*Cambia tu queja por algo positivo
Modifícalo con declaraciones positivas, por ejemplo, “no me gustan conducir al trabajo, pero estoy agradecido de que tengo un trabajo.”
