El júbilo y las emociones por el año que termina y el que está por comenzar pueden llevarnos a un descontrol de los gastos, y con ello afectar la economía familiar, lo que podría repercutir en la temida y esperada cuesta de enero, por ello es importante cuidar el dinero en la cena de fin de año.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recuerda que después de las fiestas, los gastos para cubrir las necesidades básicas de la familia seguirán siendo los mismas, además hay pagos fijos de servicios que se deben considerar; luz, agua, teléfono, predial, deudas, créditos, alquileres, alimentos, entre otros.
De ahí la importancia de utilizar sólo el remanente en los festejos, y para lograrlo es importante medirse en las compras y usar responsablemente las tarjetas de crédito, es decir “nunca gastar más de lo que se gana”,
El organismo refiere que es necesario considerar la cantidad que normalmente se gasta para las necesidades diarias del hogar y con base en ello destinar una cifra, que no afecte el bolsillo, para los preparativos de la cena de fin de año.
También sugiere planificar, es decir analizar bien qué se va a consumir antes, durante y después de la cena, por lo que se debe hacer una lista de todo lo que se requiere para comprar sólo lo previsto y no salirse del presupuesto, y en caso de utilizar la tarjeta de crédito gastar sólo lo que se podrá pagar.
Otra sugerencia, agrega en la Revista del Consumidor, es organizarse con la familia o amistades para repartirse los gastos de la cena, para lo cual se debe fijar un presupuesto, y pedir partes iguales a todos los miembros que estarán en la celebración o que cada familia coopere con algún platillo, botana, postre o bebida.
