Con el objetivo de atender uno de los problemas que preocupan más a los ciudadanos, el pasado domingo 2 de octubre el Gobierno de Guadalajara arrancó el programa de Renovación de Calles.
Para llevar a cabo este programa, el Gobierno de Guadalajara está destinando mil 584 millones de pesos que se utilizarán para renovar integralmente las calles de la ciudad. Esta histórica inversión, que se ejecutará este mismo año, será posible gracias a un esquema de gestión financiera que no dejará deuda a la siguiente administración y donde también se están usando recursos municipales, que surgen de una recaudación eficiente.
Para conseguir que estos trabajos no dejen ni un solo peso de deuda, una parte de los recursos se obtuvieron a través de la contratación de servicios financieros cuyas condiciones resultaron favorables para el municipio, a través de opciones a corto plazo cuyas obligaciones serán pagadas con recursos propios del ayuntamiento, sin afectar las actividades sustantivas del municipio. Uno de ellos es la figura del servicio de factoraje, la cual busca diferir los gastos necesarios para la inversión en pavimentación, pero mitigando el costo del desembolso. La contratación de la línea de factoraje por 100 mdp (aprobado en Sesión de Ayuntamiento el pasado 30 de junio), es un mecanismo que permite aumentar la capacidad de ejecución de obra pública. El plazo del crédito será de hasta máximo tres meses antes del fin de la administración 2015-2018.
En la sesión del 30 de junio también se aprobó la contratación de 150 millones de pesos de financiamiento a corto plazo para obras de pavimentación que están incluidas en el programa de Renovación de Calles. El plazo máximo de esta figura es de un año y, como sucede con el factoraje, las obligaciones a corto plazo ayudan a disminuir las presiones sobre las finanzas públicas municipales, mientras se atiende un problema necesario y urgente para la ciudad.
Adicionalmente, para este programa se contrataron 300 mdp en servicios financieros como el de las cadenas productivas que se pagarán en un periodo máximo de cuatro meses. A través de esta figura, el Gobierno de Guadalajara obtiene una importante ventaja ya que su contratación no supuso ningún costo financiero para el municipio ya que estos son absorbidos por el proveedor (algo que también sucede con la línea de factoraje).
