Cuarenta y cinco goles en 86 partidos: con uno más, Javier Hernández estará alcanzando el récord de Jared Borgetti (46) como máximo goleador de la selección mexicana. La oportunidad se le abre en la segunda jornada del hexagonal final de la Concacaf, de visita ante el conjunto panameño. Chicharito lo ve cerca, pero no se obsesiona. En los últimos tres encuentros (contra Venezuela, Chile y Estados Unidos) se ha ido en blanco, como le ha ocurrido frente a su siguiente rival, al que nunca le ha podido marcar.
«No me obsesiona, porque tan rápido como llegaron (los 45 goles), los demás pueden tardarse mucho. Quiero dar lo mejor, todo lo que está en mí para ayudar a la selección. Haga quien haga los goles. No lo veo de otra forma. Vamos a buscar otro triunfo, porque es una motivación muy grande para llegar al Mundial. Lo demás lo pondrán ustedes”, explica.
Para superar lo hecho por Cuauhtémoc Blanco, Luis Hernández y Carlos Hermosillo, Borgetti necesitó de 89 partidos en un periodo de 11 años (de 1997 a 2008). La historia marca que Chicharito lo puede hacer antes, tras debutar en 2009 y disputar menos encuentros.
«Estar compitiendo en las mejores ligas del mundo ayudan a cualquier país. Hay que darle el debido respeto a todos los que están en la selección mexicana. El profe (Juan Carlos Osorio) sabe de nuestra capacidad, juguemos en Europa o no. Todos tenemos las mismas oportunidades. Mientras no se les dé espacio a los jugadores mexicanos, todo va a ser más complicado. Se tienen que tomar grandes decisiones para apoyar el proceso de los jóvenes”, agrega.
