Por: Verónica Juárez Piña
Una vez más, López Obrador utilizó su cargo como Presidente de la República para salir en defensa del candidato de Morena al gobierno de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, a pesar de las múltiples acusaciones en su contra de violaciones y acoso sexual.
A la petición de decenas de mujeres, entre ellas activistas, escritoras, actrices e investigadoras que le hicieron un llamado a “romper el pacto” (patriarcal) con Salgado Macedonio; López Obrador respondió con un “ya chole”.
“Las respeto mucho pero ya expliqué que esto corresponde al pueblo de Guerrero y corresponde a las autoridades competentes, y di a conocer también que en épocas de elección, los rivales, los que quieren el mismo cargo, se dice en política, que se es amigo hasta que no se compite por el mismo cargo”, dijo en la mañanera del 18 de febrero.
“Es que hay quienes están muy interesados, unos que quieren el cargo y otros pues que no quieren que un partido determinado gane y buscan debilitarlo. Yo creo que sería muy bueno, porque esto ayudaría entender las cosas, que se hicieran encuestas, porque esto aclararía por qué tanta campaña, por qué tanto linchamiento mediático, hay que tener confianza al pueblo de Guerrero. El pueblo de Guerrero es mayor de edad”, reiteró.
En principio, hay que señalar que no le corresponde a López Obrador asumirse como Ministerio Público y Juez para exonerar a Félix Salgado Macedonio de las denuncias presentadas ante la Procuraduría General de la República por presuntas violaciones sexuales.
Además, es absurdo pretender poner a consideración del “pueblo” de Guerrero, el indulto del candidato a Gobernador de Morena, cuando este es acusado de cometer delitos.
El “Ya Chole” de López Obrador en defensa de Salgado Macedonio es sumamente grave porque no sólo lo exculpa de los delitos que se le imputan; sino que representa, en los hechos, una carta de impunidad para agresores sexuales en un país donde cada 18 segundos ocurre una violación contra mujeres y niñas.
Con su lamentable expresión, López Obrador sólo ratifica su profundo desprecio por las mujeres que ha dejado claro en los dos años de su gobierno al recortar el presupuesto y programas públicos para garantizar sus derechos e integridad, descalificar las movilizaciones por los feminicidios, ignorar los reclamos ante el incremento de la violencia contra las mujeres durante el confinamiento y pretender poner a consulta derechos tales como el aborto.
En lugar de defender a un violador, el Presidente de República debería de ser el primero en pedir a Morena y a las autoridades que impidan la candidatura de Félix Salgado Macedonio como candidato a gobernador de Guerrero, en tanto se investigan las acusaciones en su contra.
Si desde el Ejecutivo Federal se defiende a un violador sólo porque pertenece al partido en el gobierno, entonces todos los agresores sexuales se sentirán impunes y avalados por un Presidente machista que antepone el interés electoral y el triunfo de su partido por encima de los derechos de las mujeres y de la ley. Presidente, Rompa el Pacto.
