El presidente interino de la Cámara baja del Congreso de Brasil anuló el lunes el proceso de juicio político contra Dilma Rousseff y pidió una nueva votación, en un inesperado giro que se produce en momentos en que la suerte de la mandataria parecía sellada.
Waldir Maranhao, que asumió el cargo la semana pasada, aseguró que hubo errores de procedimiento en la votación celebrada el 17 de abril, en la que se aceptaron los cargos para iniciar un juicio político contra Rousseff.
En un comunicado, Maranhao afirmó que el Senado debe devolver el proceso a la Cámara de Diputados para realizar una nueva votación.
No quedó claro de inmediato si esta decisión puede ser anulada por el Supremo Tribunal Federal de Brasil, el Senado o una mayoría en la Cámara baja.
Los mercados brasileños cayeron con fuerza tras el inesperado anuncio de la decisión.
Rousseff, que niega haber cometido irregularidades, lleva varios meses luchando por su supervivencia política, mientras los congresistas opositores presionaban agresivamente en favor de su destitución.
Estaba previsto que el pleno del Senado votara el miércoles en favor de comenzar el juicio político contra Rousseff, que quedaría suspendida de forma automática mientras dure el proceso, que podría alargarse hasta seis meses. Durante este periodo, la sustituiría el vicepresidente Michel Temer.
