Fiscales generales de 18 estados de Estados Unidos presentaron este martes una demanda contra el gobierno del presidente Donald Trump, por su política de separar a los hijos de familias que cruzaron sin documentos la frontera sur del país.
La demanda, que argumenta que la política viola la Constitución de Estados Unidos, es presentada luego de que al menos 12 niños en Nueva York han sido tratados por enfermedades físicas y mentales como consecuencia de la separación, entre los que sobresalen dos menores con tendencias suicidas.
El documento señaló que el gobierno del presidente Trump ha violado los derechos constitucionales del debido proceso de los padres y los hijos al separarlos, aunque los progenitores no representen una amenaza para los niños.
“La política también es irracionalmente discriminatoria, en violación de la garantía constitucional de igual protección, ya que se dirige solo a personas que cruzan nuestra frontera sudoccidental, la mayoría de los cuales son de América Latina”, según un comunicado de la fiscalía de Nueva York.
Los estados también argumentan que esta política viola la Ley de Procedimiento Administrativo, porque es arbitraria y caprichosa, y que el gobierno ha violado las leyes de asilo de Estados Unidos al rechazar a las personas en los puertos de entrada sin permitirles solicitar asilo.
De acuerdo con el Departamento de Salud, dos mil 342 niños fueron separados de sus padres en la frontera, de los cuales dos mil 047 permanecen así. En los albergues, según la fiscalía de Nueva York, se han detectado a niños de cuatro a 12 años, así como a un bebé de nueve meses y varios más que no hablan.
“Los niños a quienes la administración Trump se ha separado de sus padres y enviado a Nueva York están sufriendo un trauma extremo”, asentó el comunicado.
Precisó que un niño sudamericano que fue separado de su padre en la frontera con México fue trasladado al hospital porque estaba a punto de saltar de la ventana del segundo piso de la casa del grupo donde fue enviado a principios de junio.
Otros 12 niños inmigrantes que fueron separados de sus padres en la frontera han sido tratados por enfermedades físicas y mentales en hospitales de la ciudad de Nueva York, uno más mostró tendencias suicidas y otros fueron tratados por depresión y ansiedad.
El presidente Trump firmó la semana pasada una orden ejecutiva para suspender su política de separación familiar, pero los críticos señalan que no hace nada para reunificar a las familias ya desgarradas.
“Mantener a los niños separados de sus padres es inhumano, desmedido e ilegal, y estamos presentando una demanda para detenerlo”, afirmó la fiscal general Barbara Underwood.
Underwood añadió que al enviarlos a cientos de kilómetros de distancia de sus padres, el gobierno de Trump ya ha causado un trauma a estos niños, al tiempo que socava los intereses fundamentales de Nueva York en la protección de su salud, seguridad y bienestar.
“Esto no es lo que somos como país, y no nos quedaremos inermes mientras la administración Trump socava la Constitución y nuestros derechos”, aseguró Underwood.
Además de Nueva York, la demanda fue presentada por fiscales generales de Washington, Massachusetts, California, Delaware, Iowa, Illinois, Maryland, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo México, Oregon, Pensilvania, Rhode Island, Vermont, Virginia y el Distrito de Columbia.
