Apenas se inicia la vida sexual es importante buscar un método de anticoncepción seguro y confiable. Muchas mujeres confían en la amiga que recomienda sus píldoras. Sin embargo, esto puede traer distintos problemas en la salud, ya que cada cuerpo es distinto y funciona de manera diferente. Es por eso que es importante acudir a un ginecólogo para que, de acuerdo a las necesidades de cada mujer, recomiende el método más adecuado.
¿Qué le puede pasar a mi cuerpo? ¿Qué riesgos corre una persona si opta por automedicarse? Para responder todas esas dudas, recopilamos información de la revista , del diario español y del . ¡Revisa qué dicen sus expertos!
La importancia de consultar con un profesional
La doctora Josefina Lira Plascencia coordinadora de la Unidad de Investigación en Medicina de la Adolescente, señala para el portal mexicano que “cada mujer es diferente y tiene características físicas y genéticas propias que deben ser consideradas al momento de elegir un anticonceptivo” y agrega que “las mujeres en edad reproductiva deben acudir con el especialista a fin de que sea este quien determine el mejor método de acuerdo a su edad, antecedentes familiares, alergias, entre otros”.
Magda Ruíz, Directora del área de Demografía y Estudios de Población de la Universidad Externado de Colombia, declara para el sitio del mismo país que “las mujeres pasan frecuentemente de un método a otro, lo cual eleva los riesgos de quedar embarazadas”. Por lo tanto, en vez de evitar un embarazo no deseado, se consigue justamente lo contrario.
No a la automedicación
La razón del por qué hay quienes se automedican, puede ser miedo, vergüenza o falta de información, según indica Federico Muñoz, médico adjunto en el servicio de Ginecología del Hospital San Pedro para el portal web del diario español. Por eso, es importante tener a alguien de confianza con quien hablar del tema y asistir a un especialista donde la mujer se sienta cómoda.
¿Cuáles son los riesgos?
Si no se acude a un especialista y se toma un tratamiento que no es acorde al organismo de la persona, el mal uso de esto podría traducirse en “dolor abdominal intenso, sangrado, dolores en las piernas, dolor en las mamas, depresión, náuseas, retención de líquidos, mareos , migraña, aumento de peso e incluso pérdida de la libido”, cuentan en el portal mexicano.
