La 94 edición de los Óscar pasará a la historia como la noche en la que Will Smith perdió los papeles al abofetear a Chris Rock, pero ni siquiera un incidente como ése acabó con la fiesta de estos premios en los que, como cada año, hubo vencedores y vencidos, sueños cumplidos y mucho que celebrar.
El Teatro Dolby se llenó en la vuelta a la normalidad y todo estaba preparado para que los asistentes vivieran una noche perfecta.