Los mexicanos utilizamos en promedio 10 gramos de sal diarios y la OMS recomienda un consumo máximo de 5 gramos al día. Esto representa un gran riesgo para la salud, ya que el excesivo consumo de sodio es la principal causa de hipertensión arterial o presión alta y enfermedades cardiovasculares.
Un propósito saludable para partir este 2017 es reducir el consumo de sal y para lograrlo les propongo estos ocho sencillos pasos:
Lee la etiqueta de los alimentos: Compara el sodio en las distintas marcas de alimentos, como las comidas congeladas, sopas, panes, aderezos y salsas y elige los que contengan menos sodio.
Prepara tu propia comida: Esto te permite mantener control sobre los ingredientes que ingieres. Lo ideal es agregar la sal una vez que la comida está lista y no durante su preparación, además de limitar el uso del salero en la mesa.
Añade sabor a tus comidas: Usa hierbas y especias, en vez de sal, para sazonar tus alimentos. Prueba el romero, el orégano, la albahaca, el curry en polvo, la pimienta, el jengibre, el ajo fresco o el polvo de ajo (no la sal de ajo), la pimienta negra o roja, el vinagre o el jugo de limón y las mezclas de condimentos sin sal.
Consume alimentos frescos: Compra ave, carne de cerdo y carne magra fresca o congelada sin marinar, en vez de carnes enlatadas, ahumadas o procesadas, como los fiambres y embutidos.
Enjuaga los alimentos enlatados: Lava bajo el chorro de agua los alimentos enlatados que contengan sodio -como el atún o algunos vegetales- antes de usarlos. Esto elimina parte del sodio (las conservas lo contienen en altas cantidades para su preservación).
Opta por colaciones naturales: Elige como snack alimentos bajos en sodio o sin sal añadida, como frutos secos y semillas sin sal, o en su lugar, frutas y verduras evitando alimentos más procesados.
Ojo con las salsas y aderezos: Los aliños para ensaladas, sobres de condimentos, salsa de soya, kétchup, y en general los aderezos envasados pueden tener un alto porcentaje de sodio. Es preferible aliñar las ensaladas con aceite de oliva, limón o vinagre.
No tengas miedo en pedir o preguntar: Si vas a un restaurant puedes pedir que tu comida sea preparada con menos sal y que las salsas y aderezos para las ensaladas te los sirvan aparte, para así usar la cantidad que tú estimes conveniente.
