Después de varios meses de una selección exhaustiva y una estricta capacitación policial con valores, particularmente en ética pública, la Secretaría de Movilidad ya asignó para su desempeño de vigilancia y apoyo vial en las calzadas, avenidas y calles del Área Metropolitana de Guadalajara a 200 mujeres egresadas del Instituto de Formación y Profesionalización del Gobierno del Estado de Jalisco.
Las jóvenes, que tienen en promedio 25 años de edad, la mitad de ellas profesionistas y seleccionadas de entre más de 6 mil interesadas que se presentaron con intención de ser consideradas en una convocatoria pública y abierta, con criterio meritocrático, alejado de “influyentismo” y subjetividad, se ponen a prueba y tendrán que demostrar que son mejores que los hombres en esta actividad.
Cabe recordar que todo esto es resultado de un proceso de “feminización” de la Policía Vial que ya había iniciado con el programa “Salvando Vidas”, al asumir que históricamente ha sido un error relegar a las mujeres que, además, demuestran mucha mayor efectividad en puestos sensibles como éstos.
El programa impulsado por la SEMOV es una acción afirmativa, deliberadamente desigual en las oportunidades, que busca ofrecer mayores espacios a las mujeres para disminuir la brecha de desigualdad laboral, aunque al mismo tiempo se respetan los principios de justicia y proporcionalidad y se buscan mejoras sustantivas hacia un servicio público de carrera.
Con ese objetivo la proporción entre mujeres y hombres dentro de la Policía Vial se empieza a modificar: en 2015 sólo un 15% eran mujeres; en 2016 se incrementó a 21% y con esta nueva incorporación de este año se elevó a 33%.
El objetivo es que por lo menos el 50% de los elementos operativos de la Policía Vial sean mujeres. De los mil 800 elementos activos, 600 son del sexo femenino.
