Luego que las tasas de natalidad en Europa llegaran a un nuevo récord mínimo, el Papa Francisco criticó que las personas prefieran tener mascotas en lugar de niños, por lo que pidió a los gobiernos del mundo implementar políticas serias en favor de las familias para abordar el problema de la crisis demográfica.
«Las casas se llenan de objetos y se vacían de niños, convirtiéndose en lugares muy tristes. No faltan perritos, gatos, estos no faltan. Faltan niños», afirmó el pontífice.
El Papa recordó que en el pasado, no faltaron estudios y teorías, que calificó de obsoletas, que decían que «el nacimiento de demasiados niños crearía desequilibrios económicos, falta de recursos y contaminación» en la Tierra.
También criticó a las industrias de armamentística y de anticonceptivos, acusándolas de destruir o impedir la vida.
La tasa de fertilidad de Europa se ha estancado en torno a 1.5 nacimientos por mujer durante la última década. Eso está por encima de los mínimos observados en el este de Asia, pero muy por debajo del 2.1 necesarios para mantener los niveles de población.
La escasez de bebés es particularmente grave en Italia, donde los nacimientos cayeron a un mínimo histórico en 2023, la decimoquinta caída anual consecutiva. Hasta ahora, los gobiernos no han podido revertir la tendencia, a pesar de sus promesas.
Así mismo, el Papa Francisco aseguró que el número de nacimientos era el primer indicador de «la esperanza de un pueblo», y que Europa se estaba convirtiendo cada vez más en «un continente viejo, cansado y resignado».
«Hay un hecho que me dijo un estudioso de la demografía. Ahora mismo las inversiones que dan más ingresos son las fábricas de armas y anticonceptivos. Uno destruye la vida, el otro impide… ¿Qué futuro tenemos? Es feo». dijo el Papa.
Francisco, de 87 años, ha sido durante mucho tiempo un feroz opositor de la industria armamentista. También ha reafirmado la prohibición de larga data de la Iglesia Católica sobre los métodos anticonceptivos artificiales, aunque apoya las formas naturales de evitar el embarazo.
«Algunos piensan, discúlpenme si uso la palabra, que para ser buenos católicos tenemos que ser como conejos, pero no», dijo durante un vuelo de regreso a casa desde Filipinas en 2015, añadiendo que la Iglesia promovía «una conducta responsable de paternidad».
