En 1991 Demi Moore desnudaba su embarazo para Vanity Fair. La suya fue una portada muy comentada, de las que se agotan rápidamente en los kioskos y que hacen correr ríos de tinta. Primera página, aquella, a la que ahora rinde homenaje otra actriz en pleno 2017 y con un éxito (quizá) comparable al de la Demi de comienzos de los años 90.
Natalie Portman, embarazadísima de su segundo hijo y a las puertas de conocer si un nuevo Oscar llegará pronto de la mano de Jackie posa así para la misma publicación y mostrando, orgullosa, cómo ha cambiado su cuerpo gracias a la maternidad.
Imagen en blanco y negro y firmada por Annie Leibovitz (una de las maestras en el mundo de la fotografía) que se ha convertido en todo un ejemplo de lo bien que le están sentando estos últimos nueve meses a la actriz. «El objetivo era capturar a la Natalie más radiante», dice sobre la imagen la directora de moda y estilo de Vanity Fair, Jessica Diehl.
«Para ello, hicimos que la actriz posara de manera parecida a como lo hizo Demi en agosto de 1991 con la única diferencia de que ella cubría parte de su cuerpo con una gran estola de seda».
