La propuesta de inclusión en el proceso Brexit fue garantizada por la primera ministra Theresa May a los líderes de los Ejecutivos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte en una reunión celebrada este lunes 24 en Londres.
«El país está afrontando una negociación de tremenda importancia y es imperativo que las administraciones autonómicas contribuyan a lograr que funcione», dijo la dirigente conservadora antes del encuentro.
May se ha comprometido a invocar, para finales de marzo 2017, el Artículo 50 del Tratado de la UE que activará las negociones británicas con los líderes comunitarios.
Hasta entonces, los gobiernos autonómicos podrán reunirse en un nuevo «foro oficial» o subcomité ministerial, que presidirá David Davis, el titular de la novedosa cartera de la Salida de la UE.
«La gran unión entre nosotros ha sido pilar de nuestra prosperidad en el pasado y es absolutamente vital para nuestro éxito en el futuro», advirtió la líder conservadora en referencia a la continuidad constitucional del Reino Unido. Pero la unión está en peligro desde la victoria del Brexit en el referéndum del pasado junio, según sostienen políticos autonómicos.
En Escocia, el Gobierno nacionalista amenaza con celebrar una segunda consulta independentista si el plan británico Brexit descuida los intereses escoceses. «Nicola Sturgeon ha sido muy clara en que debemos mantener todas las opciones abiertas y la independencia ha de ser por supuesto una opción», recordó David Mundell, el ministro escocés en la negociación Brexit con el Ejecutivo conservador.
Irlanda del Norte votó con Escocia a favor de la permanencia en la UE y políticos nacionalistas irlandeses alertan del impacto negativo que el Brexit puede tener en el proceso de paz y en la economía de toda la isla.
Gales, por el contrario, apoyó el Brexit aunque el poder autonómico lo controla el Partido Laborista que hizo campaña en su contra. Hacía dos años que Londres no convocaba una reunión del Comité Ministerial Conjunto de los Gobiernos de Edimburgo, Cardiff y Belfast.
