A través de una carta, el mexicano-británico Manuel Guerrero, perseguido en Qatar por su orientación sexual y vivir con VIH, solicitó una reunión con la canciller de México, Alicia Bárcena, para exponer su caso. Sin embargo, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores no ha dado respuesta.
El mexicano, quien lleva su proceso en libertad tras estar varias semanas en una prisión catarí, aseguró que la reunión con la canciller es para exponerle la falta de acceso a sus medicamentos para tratar el VIH, hablar de los múltiples actos de tortura a los que fue sometido, y su repatriación.
Además de la carta, el comité Manuel Guerrero, encabezado por su hermano Enrique, exigió a la Secretaria de Relaciones Exteriores, su intervención en el caso, para detener el juicio, que se llevará a cabo este 22 de abril.
“Su intervención es crucial para que esta situación cese lo más pronto posible: el juicio que Manuel está por enfrentar es en sí mismo injusto, como lo fueron su detención, privación de la libertad y tortura”.
Amigos y familiares del mexicano, insistieron en que el gobierno mexicano debe condenar la tortura y las graves violaciones a derechos humanos que sufrió Manuel, así como garantizar su repatriación libre de cargos.
“Es imprescindible que el apoyo de ambos Estados se mantenga y tome fuerza en lugar de debilitarse. Ni México ni Reino Unido deben perder de vista que los derechos humanos más fundamentales de uno de sus ciudadanos continúan siendo sistemáticamente violados”, expresaron a través de un comunicado.
Respecto al estado de salud de Manuel, el comité informó que tras más de dos meses de exigencia y de tortura, se espera que en siguientes días, el Estado catarí entregue los medicamentos antirretrovirales que necesita. Debido a que estuvo sin ellos mucho tiempo su carga viral aumentó, por lo que requerirá un nuevo tratamiento, así como seguimiento médico oportuno y adecuado.
El caso de Manuel Guerrero
Manuel tenía siete años trabajando en aquel país para la aerolínea Qatar Airways, cuando la policía rastreó su actividad mediante un perfil falso en la aplicación de citas Grindr –ampliamente usada por las poblaciones LGBTTTIQ+– y fue aprehendido a la salida de su hogar, el 4 de febrero.
Además de ser detenido de manera ilegal, sufrió tortura por ser un paciente con VIH, ya que el gobierno de Qatar impidió el acceso a sus medicamentos retrovirales.
El 17 de marzo, Manuel logró que el juez cambiara la medida cautelar para que lleve su proceso en libertad; sin embargo, hasta el momento no ha tenido acceso a su expediente para saber exactamente de qué se le acusa.
Con información de Animal Político.
