Demostrar que la frontera EE.UU.-México está llena de grandes talentos que sólo necesitan una oportunidad para triunfar ha centrado la lucha de más de 50 años de la catedrática Juliet García, labor que la ha hecho merecedora de la Medalla Presidencial de la Libertad.
Acompañada de sus 2 hijos y 5 nietos, la líder latina de 73 años recibió el pasado 7 de julio del presidente Joe Biden la máxima distinción civil otorgada por la Casa Blanca por su trabajo en la frontera, región que para ella está llena de personas «bilingües, innovadoras, adaptables, recursivas» pero que han sido estigmatizadas por su falta de recursos.