En 29 ediciones, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara ha recibido a más de 12 millones de visitantes, quienes junto con autores, académicos y profesionales han vivido intensamente esta gran fiesta del libro y la lectura; en 29 años se han contado cientos de historias.
Por sus pasillos han circulado Premio Nobel, entre ellos Gabriel García Márquez, Jean-Marie Gustave Le Clézio, Herta Müller, William Golding, José Saramago, Toni Morrison, Nadine Gordimer y Günter Grass, quien en 1999 estuvo presente mediante una videoconferencia. Ha habido cantantes populares como Joaquín Sabina, Los Lobos, Café Quijano y Buena Vista Social Club.
También caben las polémicas y resbalones. En 2011, en su calidad de presidente electo, Enrique Peña Nieto acudió a la FIL, le preguntaron por tres obras literarias que marcaron su vida. Ante un auditorio repleto respondió que “La Biblia”… y “La silla del Águila” escrito por Enrique Krauze, muy tarde supo que el autor de esa obra era Carlos Fuentes.
En 2012 causó revuelo la designación del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, como Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, un grupo de escritores mexicanos impugnó la decisión del jurado y lo señaló como “plagiario”, a pesar de la oposición, la Feria le llevó hasta Lima el cheque por 150 mil dólares.
Justo ese galardón creado por la FIL de Guadalajara en 1991 vivió otra polémica en 2005, cuando dejó atrás una demanda de la familia del autor de “Pedro Páramo” que hicieron del nombre Juan Rulfo una marca registrada; de llamarse Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo y desde 2008 lleva por nombre Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.
Han habido grandes momentos en esta feria casi treintañera, como las lecturas multitudinarias protagonizadas por Juan José Arreola y Jaime Sabines; o aquel año de 2009 cuando en plena Feria, José Emilio Pacheco fue avisado que había ganado el Premio Cervantes, la noticia lo dejó patidifuso. “Estoy zorimbo, turulato o patidifuso. Esa me parece una palabra muy precisa. ¿Cómo se siente? Patidifuso”, dijo entonces, sumamente emocionado.
A la Feria Internacional del Libro de Guadalajara la amas y la odias. La esperas cada año, la gozas, pero también la sufres. Los escritores anhelan estar allí aunque padecen las multitudes; las editoriales pelean por estar allí y tener los mejores salones, días y horarios; y los periodistas renegamos pero volvemos a estar allí. Ahora que celebrará sus 30 años de vida, hay que estar allí para seguir contando su historia.