Es urgente que las familias y las instituciones generen redes de apoyo social y de atención para las personas mayores de 60 años, como parte de las acciones para hacer frente a emergencias sanitarias como la que ha generado el Covid-19.
Para el médico especialista, dedicado por años al desarrollado de proyectos de salud, Samuel Serfati, quien además es director de BioLife, estas redes de apoyo deben poner especial énfasis en monitorear la salud mental y física de los abuelos, pero además darles acompañamiento para que éstos integren rutinas que les ayuden, por una parte a fortalecer su sistema inmunológico, pero también a mantener un estado psicológico óptimo.
“Los Adultos Mayores corren un doble riesgo ante el Covid-19, porque al ser considerados grupo de alto riesgo, la recomendación del aislamiento les afecta de manera importante en su salud mental”, expuso.
Subrayó que las consecuencias del necesario aislamiento en las pandemias, no son iguales en personas jóvenes y “no jubilados”, que en aquellos más grandes:
“Los jóvenes y muchos adultos contemporáneos, se mantienen activos con el “trabajo desde casa”, se comunican por plataformas digitales. Por el contrario, los adultos mayores, en la mayoría de los casos, no maneja muy bien estos medios y terminan en un aislamiento extremo. ¿Qué hacer?, lo mejor es que se les dé la atención específica que ese grupo vulnerable necesita, además de verificar de manera permanente que su estado de salud sea el ideal”.
Las condiciones de aislamiento social y el sentimiento de dependencia e invalidez, llegan a disparar los niveles de estrés y depresión, con amplias posibilidades además de que el deterioro cognitivo (a nivel cerebral) se acelere.
“La situación empeora aún más para los pacientes contagiado por Coronavirus, al sumarse otros factores que predisponen a desarrollar cuadros severos como son la hipertensión, obesidad y diabetes mellitus, muy frecuentes en las personas mayores. Bajo este panorama tenemos entonces mayores posibilidades de un desenlace fatal”, lamentó Serfati.
Según informe del Consejo Nacional de Población (CONAPO) -correspondiente a inicios de este 2020- de los 8 millones 368 mil habitantes de Jalisco, un 7.4% son personas de 65 años o más, es decir 619 mil personas.
El envejecimiento poblacional es un fenómeno duradero – como lo ha informado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)- y el grupo de adultos de mayor edad seguirá ampliándose con más rapidez que el resto de la población.
En el caso de entidades como Jalisco “estamos a tiempo de crear esas redes de apoyo y acompañamiento para nuestra población mayor, así como también de acercarles alternativas que mejoren su salud y calidad de vida”.
“Vivimos una época de elevada incertidumbre a nivel mundial y es momento de tomar precauciones. Debemos comenzar con medidas, que pueden parecer pequeñas, pero que al implementarse de manera sistematizada, generalizada y organizada, a mediano plazo darán grandes resultados en esta tarea de preservar la salud en general y en particular la salud mental en la tercera edad”.
Esto implica no dejarles totalmente aislados, propiciar un contacto permanente con ellos por teléfono o video llamada y estar al pendiente de sus necesidades y de su salud; conocerles bien para diseñar junto con ellos una tabla de suplementos, dietas y hábitos en concordancia con sus circunstancias y condiciones particulares.
Samuel Serfati explica que “uno de los objetivos es reforzar el sistema inmunológico de manera natural en las personas mayores. Esto se logra mediante una alimentación saludable, actividad física y, muy importante, la compañía y el afecto”
