Rabinos, patriarcas y arzobispos se reunieron aquí para recitar una oración conjunta ante el sufrimiento experimentado por la pandemia de COVID-19 en el mundo.
En sus respectivos idiomas litúrgicos solicitaron la misericordia divina desde la terraza del Hotel King David. Los líderes se manifestaron contra la xenofobia y el racismo, pues el virus ha golpeado a todos.
“La enfermedad no distingue entre judíos, hombres, mujeres, por lo que nos unimos en diferentes idiomas para pedir que que la pandemia cese”, dijo el rabino Ashkenazi David Lau.
El administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, destacó que la situación permitió algo “bastante extraño entre judíos, musulmanes y cristianos”, por lo que esperaba que en el futuro se realice otra vez.
“Dios, tú que nos has alimentado en la hambruna y provisto de abundancia, nos has sacado de la peste y liberado de enfermedades graves y duraderas, ayúdanos”, fue una petición clave en el evento realizado la víspera, reportó The Jerusalemn Post.
Otros de los asistentes fueron el patriarca ortodoxo griego Theophilos III; los jefes de los imanes del sur israelí, Sheikh Jamal el Ubra y Agel al-Atrash; así como el líder druso, jeque Mowafaq Tarif, por iniciativa del Consejo Mundial de Líderes Religiosos.
En la ciudad vieja de Jerusalén se ubican algunos sitios religiosos más sagrados del mundo: la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aqsa, de los musulmanes; el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones, de la religión judía; y el Santo Sepulcro de la religión cristiana.
Ha sido conquistada, destruida y reconstruida en diversas ocasiones, pero nunca ha dejado de ser venerada y considerada sagrada por pueblos de diversas creencias.
