Las familias mayas guatemaltecas dijeron el lunes que temen que haya parientes entre los cuerpos encontrados durante el fin de semana en una parte remota del norte de México a lo largo de una ruta popular entre los traficantes de migrantes que se dirigen hacia la frontera con Estados Unidos.
Después de recibir un aviso en el estado fronterizo de Tamaulipas, en el norte de México, las autoridades mexicanas recuperaron 19 cuerpos, muchos de los cuales tenían heridas de bala y estaban muy carbonizados. Hasta el momento, los muertos no han sido identificados.
Evaristo Agustín fue uno de los 30 hombres y mujeres indígenas que viajaron el lunes al Ministerio de Relaciones Exteriores en la Ciudad de Guatemala desde lejanas provincias del altiplano luego de que se corriera la voz de que sus familiares podrían estar entre los fallecidos.
El grupo proporcionó a los funcionarios muestras de ADN para ayudar con la identificación.
Agustín buscaba a su cuñado de 22 años.
“Lo supimos de personas que ya están en Estados Unidos, familiares y vecinos, quienes dijeron que nuestros familiares eran parte de este grupo”, dijo Agustín, acompañado de mujeres vestidas con blusas tradicionales tejidas en amarillo, azul y rosa y faldas de lana.
De confirmarse que las víctimas eran migrantes, el ataque estaría entre las peores atrocidades de los últimos años contra centroamericanos en México.
La migración ha ido en aumento desde la región en los últimos meses a medida que las familias huyen de la devastación de dos huracanes severos y el daño económico del coronavirus.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala dijo en un comunicado que estaba trabajando con México para determinar si alguno de sus ciudadanos estaba entre las víctimas. La fiscalía del estado de Tamaulipas dijo que el caso estaba siendo investigado.
Una cuenta de Twitter del Congreso de Guatemala compartió una declaración el lunes más tarde en la que decía que los legisladores “lamentaron la trágica muerte de nuestros hermanos migrantes de San Marcos”, sin ofrecer más detalles.
Las muestras de ADN se compararán con muestras tomadas de los cuerpos por la Fiscalía de Tamaulipas. La fiscalía dijo que entre las víctimas había 16 hombres y una mujer. No pudieron determinar el sexo de otros dos.
Mario Ernesto Gálvez, un legislador guatemalteco, dijo que 13 víctimas eran de su provincia montañosa de San Marcos, y enumeró sus nombres en un comunicado.
“Solo siento dolor y tristeza”, dijo Ramiro Coronado, quien temía por su sobrino de 31 años.
“Era la primera vez que intentaba viajar a Estados Unidos para mejorar su vida y la de su familia. Deja atrás una esposa y dos hijos «.
