La productora mexicana Sandra Solares encontró en la infidelidad un pretexto para unir dos mundos diferentes que se reflejan en su primer largometraje como directora, «Ni tuyo, ni mía».
«Quería contar la historia de dos personas que son muy distintas, que se prejuzgan, que deciden que ya saben todo el uno del otro y que tuvieran un pretexto para conocerse y se dieran cuenta de quiénes son y sacarle lo mejor de cada uno», cuenta a Efe Solares.