La pandemia ha frenado los progresos de cara a garantizar un acceso universal a la energía y, al ritmo actual, para 2030 habrá aún 670 millones de personas sin electricidad, según un informe publicado hoy por Naciones Unidas.
El análisis de la organización apunta que los confinamientos, los problemas en las cadenas de suministro y el desvío de recursos públicos a otras prioridades han ralentizado los avances para lograr esta meta, que es parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que los países de todo el mundo acordaron en 2015.