Por: Fernando Plascencia
Vemos desde hace unas semanas en redes sociales una muestra poco vista y debemos decir, estética, de una campaña política del candidato presidencial, Jorge Álvarez Maynez, que se intitula la nueva política. Sin duda, resalta que provenga de un candidato como él, y da por saber a qué es lo que se refiere, sobre todo siendo él un candidato tan joven y de un partido como Movimiento Ciudadano.
A decir verdad, el markenting y la política se encontraron por primera vez a principios del siglo XX en un par de inusuales campañas estadounidenses no vistas antes en América, lo novedoso fue el uso de elementos publicitarios para ensalzar la imagen individual.
A diferencia del marketing, la persuasión política ha sido usada como artilugio por milenios, con el fin de persuadir a la gente a través de la palabra embellecida.
No obstante, la campaña que presenta el diputado Álvarez Maynez parece ser más un discurso que nació hace algunos meses en una oficina de marketing y no que emergió de un proceso de trabajo político que lo soporte. Y pensé en algunos porqués.
Un primer argumento que demuestra que de nuevo no tiene nada es por definición. Movimiento Ciudadano es un organismo político que nació en 1999 en la arena política nacional, su dirigente y el propio Maynez tampoco son recientes, han figurado en otras fuerzas políticas, algunas tan odiadas por ellos como el PRI.
Otro, y que a vista de analizar sus discursos parece ser su mayor diferenciador, es que no se parecen al PAN, PRI y al PRD. Sin muchas suposiciones sabemos a qué se refieren y no es otra cosa que su modo de operar al hacer tratos debajo de la mesa; sin embargo, la elección del mismo Maynes se trató un acuerdo cupular antes que una elección interna democrática, como lo han señalado ex integrantes de los naranjas.
Otro de los diferenciadores de los que pueden celebrar son las agendas novedosas, como la legalización de la marihuana, el trabajo, pero no son más que refritos de años y años de luchas de legisladores de izquierda.
El quehacer político es una actividad cien por ciento comunicable, con lenguajes ricos y con imágenes deleitosas y que por nada del mundo la política debe renunciar a las herramientas publicitarias actuales, ni medios disponibles, el problema se presenta cuando el trabajo de marketing antecede al trabajo político, lo que deja un gran vacío y trae consecuencias desastrosas, como ocurrió en Nuevo León y como parece indicar que ocurrirá con la campaña de Álvaez Maynez.
El reto se vuelve mayor para los comunicadores políticos, llevar plataformas políticas sólidas a los rines electorales sin caer en tentaciones publicitarias. La manzana del marketing por el marketing es jugosa. La construcción de esloganes es lo de menos, lo que se debe asegurar es que al primer jaloneo o cuando respire el rival no se caigan las candidaturas.
Álvarez Maynez no representa lo nuevo, representa una oportunidad que tuvo para competir con dos titanes, de los cuales no se diferencia, a menos que eso implique no cuidar las formas y emborracharse en redes sociales.
