A falta de 50 días para la salida del presidente Donald Trump de la Casa Blanca, terratenientes, activistas, ambientalistas y abogados pro-bono luchan contrarreloj por defender las propiedades que el Gobierno federal quiere expropiar para acelerar la construcción de un muro que les dejaría en «tierra de nadie».
Roberto López, organizador comunitario del Texas Civil Rights Project (TCRP), dijo a Efe que el Gobierno está aplicando «tácticas rápidas y agresivas» para lograr la expropiación de tierras para completar el muro que Donald Trump quiere dejar como legado más visible de su presidencia.