Cada mañana al alba, Eliu Palacios se encarga de abrir la cafetería ubicada frente al Zoológico de Houston (Texas), donde se expenden postres finos y emparedados, un trabajo que requiere de una especialidad que ha venido desarrollando desde hace varios años, aunque no se relaciona con su formación en sistemas computacionales.
El perfil de Palacios, de 48 años, calza con el de una ola de inmigrantes mexicanos con estudios superiores que han llegado en los últimos años a ciertas ciudades de Texas a efectuar trabajos diversos que no son afines a su formación universitaria.