Cuando creíamos haberlo visto todo, justo comienza lo más grave: la afectación más que física, la mental. Intoxicarse de información es producto del mundo pospandémico que recién sobrevive al covid-19. La nueva tendencia, además, viene acompañada por dos viejos conocidos: la ansiedad y el estrés.
El exceso de información, ahora llamado infoxicación, puede provocar trastornos mentales a medida que permanecemos un mayor tiempo expuestos a gran cantidad de datos.
Es considerada como una nueva pandemia, ya que puede afectar la productividad y la salud mental, principalmente de aquellos quienes, por cuestiones laborales, permanecen una gran cantidad de tiempo conectados a medios digitales, así como los que continúan en home office o modalidad híbrida. Mucho cuidado.
De acuerdo con Affor Health, consultora española especializada en la gestión de prevención psicosocial, la infoxicación representa un gran reto, porque se manifiesta de diversas formas, sobre todo al interior de las empresas, por ejemplo, excesos de información, deficiente comunicación entre los directivos y el resto de la organización gerencia y direcciones tienen exceso de información ‘basura’, y demasiadas juntas.