Por: José Ángel Gutiérrez
En términos prácticos, la pasada fue la primera semana de campañas. El que éstas hayan iniciado en Viernes Santo provocó que los candidatos realizaran casi en su mayoría eventos simbólicos. Y en la Pascua, dosificaron sus apariciones, algunos hasta se dieron el lujo de “hacer como que hacían campaña” para poder “descansar”, si bien otros -los menos- presentaron desde entonces algunas de sus propuestas.
Pero la semana pasada, ya se notó trabajo, algo de estrategia y muchas ocurrencias. E incluso este domingo -derivado del lamentable asesinato del Alcalde con licencia y candidato de Jilotlán de los Dolores- nos tocó presenciar el primer round verdadero, no entre candidatos a la gubernatura, sino en particular entre candidatos de Movimiento Ciudadano y el Gobernador Aristóteles Sandoval.
Tratándose de temas de seguridad, sería irresponsable decir quién va ganando ese round. Siempre será lamentable que temas tan delicados y dolorosos, sean llevados a la siempre parcial y muy contaminada arena política.
Pero más allá de ese hecho y de la percepción entre muchos ciudadanos de que las campañas por la gubernatura han sido hasta el momento de flojera…. qué temas han acaparado la atención de los candidatos y quién ha sacado mejor provecho?
Por supuesto que la Seguridad estará presente todos los días hasta la elección, como la gran demanda de los jaliscienses y de todos los mexicanos. Pero la agenda de la semana pasada estuvo marcada principalmente por temas de medio ambiente, abastecimiento de agua y con ello, el destino de la Presa el Zapotillo y, el que por novedoso puede considerarse como el gran tema hasta el momento, la propuesta de crear una segunda universidad pública para Jalisco.
Lo que en principio pareció una ocurrencia para salirle al paso por parte del candidato priista a la gubernatura, Miguel Castro Reynoso, ante un escenario relativamente adverso en la Universidad ITESO, donde según se supo hubo algunos académicos que hicieron promoción para que se notara el desdén hacia el candidato vía ausentismo, al final se convirtió en la propuesta de coyuntura. Y con ello, “casi sin querer” como dice la canción, Miguel Castro terminó marcando la agenda de los competidores tras la gubernatura.
Prácticamente todos los candidatos se subieron al tema y salieron a responder con propuestas alternas. Enrique Alfaro, planteando una red universitaria que vincule a la UdeG (hoy su gran aliado) y las universidades privadas; Salvador Cosío consideró que es mejor revisar lo que ya se tiene en materia educativa, antes de crear una nueva universidad, además de fortalecer la Universidad Tecnológica; Carlos Lomelí salió a defender la paternidad de la propuesta, considerando que ya existe en otros Estados la Universidad Autónoma de Morena.
Y así por el estilo Martha Rosa Araiza, Miguel Ángel Martínez y Carlos Orozco Santillán (de quien muchos solo siguen esperando que se llegue el momento de que decline a favor de candidato naranja).
Más allá de que las tendencias del voto y las preferencias aún no cambian de forma sustancial y que -al igual que a nivel nacional- la verdadera pelea hasta el momento se da por el segundo lugar (en este caso entre Miguel Castro y Carlos Lomelí), en la primera semana Castro se puede colocar una estrellita: logró marcar agenda. De qué le sirve y para qué le alcanza? De momento para poco, porque la percepción sigue siendo la de un priismo que se sabe en la lona y cuyos militantes -muchos aunque no todos- están más preocupados por buscar una alternativa para caer en blandito, antes que trabajar por su candidato.
