El pasado martes, el actor estadunidense Jussie Smollett, fue acusado por un fiscal especial de Chicago por un presunto engaño a la autoridad, cuando hace un año denunció que había sido víctima de un crimen de odio.
De acuerdo a una nota de The Hollywood Reporter, Smollett denunció, hace un año, que dos hombres lo asaltaron en las primeras horas de la mañana y le gritaron ofensas raciales y homofóbicas. Sin embargo, la policía aseguró que todo había sido un montaje, que el actor organizó para impulsar su carrera.
El fiscal especial Dan Webb, un exfiscal de los Estados Unidos, fue designado por un juez de Chicago, para investigar la acusación del actor del Imperio. El juicio está desmoronando la narrativa de Smollett, quien regresará a la corte el 24 de febrero.
Por este hecho, el actor fue acusado por el supuesto engaño, de 16 cargos de delitos graves. Sin embargo, en un acuerdo con la oficina del fiscal del estado de Cook, retiraron esos cargos, lo que molestó a la policía y al entonces alcalde de Chicago, Rahm Emanuel.
Ahora, la policía y la ciudad interpusieron una demanda contra el actor, para que cubra las horas de trabajo que se desperdiciaron en su falso informe. Ante esto, la abogada de Smollett emitió una declaración en la que afirma que “después de más de cinco meses de investigación, la Oficina del Fiscal Especial no ha encontrado ninguna evidencia de irregularidades relacionadas con la desestimación de los cargos contra el Sr. Smollett”.
La defensora del actor comentó que “los cargos fueron desestimados adecuadamente la primera vez porque no estaban respaldados por la evidencia. El intento de volver a enjuiciar al Sr. Smollett un año después, en vísperas de la elección del Fiscal del Estado del Condado de Cook, claramente se trata de política, no de justicia”, enfatizó en su comunicado.
