Un juez rehusó el martes desestimar una demanda que alega que la Agencia de Seguridad Nacional llevó a cabo un programa de vigilancia masiva sin orden judicial durante los Juegos Olímpicos de Invierno del 2002 en Salt Lake City.
El juez federal de distrito Robert Shelby decidió que prosiga el caso presentado por un exalcalde, rechazando argumentos de la NSA de que debería ser desechado porque los alegatos no son plausibles.
La querella alega que la NSA recolectó la información de mensajes electrónicos y de texto, así como metadata, sobre todas las llamadas telefónicas en el área antes y durante los Juegos. Fue presentada por el abogado Rocky Anderson, quien fue alcalde Salt Lake City durante las Olimpiadas del 2002, que se llevó a cabo unos meses antes de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
Anderson ha dicho que se enteró del programa por una noticia reportada en el 2013 y lo confirmó con una fuente que no ha querido identificar. Presentó la demanda para saber más sobre lo que llama operaciones ilegales y encubiertas.
La NSA no respondió inmediatamente a una llamada telefónica y un mensaje electrónico que se le envió el martes pero ha argumentado que los alegatos de las demandas son conjeturas inverosímiles sobre un programa que nunca debería de haber existido.
