Cailey Fiesel, una joven neoyorquina de 24 años de edad, demandó a la empresa de ropa Zara ya que, supuestamente, una prenda que compró en rebaja contenía un roedor en el interior de uno de sus rebordes.
De acuerdo con la universitaria estadounidense, en julio de este año adquirió un vestido por 40 dólares en una tienda Zara en Greenwich, en el Condado de Washington, Nueva York.
Unos meses después, cuando se encontraba durante una jornada laboral, Fiesel contó a medios de comunicación estadounidenses que comenzó a percibir un olor pútrido y obviamente desagradable. ¡Oh sorpresa! Cuando comenzó a buscar la fuente del hedor se encontró con una pesadilla: un ratón muerto yacía cocido entre una de las costuras.
En entrevista con el New York Post, la joven aseguró que una pata de roedor sobresalía del hilván, situación que la “horrorizó” y que la dejó en estado de “shock”. “Inmediatamente me cambié [de atuendo]”, comentó al periódico.
Después del incidente Fiesel levantó una demanda por “daños no especificados”, aunque aseveró que el recurso legal interpuesto exige una retribución por daños morales y por “deber de atención” al momento de manufacturar prendas, pues comentó que la empresa tiene la responsabilidad de confeccionar vestidos “libres de defectos, incluidas las infestaciones de roedores”.
Adam Deutsch, abogado de la parte demandante, comentó al New York Post que Zara es una compañía conocida por distribuir ropa de moda al por mayor y en breve tiempo. “Ello debido a que manufacturan su propio material”, explicó.
Al respecto enfatizó que debido a esa dinámica, a esa urgencia por llevar sus productos a los estantes en muy poco tiempo, la empresa “carece de control [de calidad]”.
Un vocero de Zara en Estados Unidos, por su parte, comentó al New York Post que la compañía se “encuentra al tanto de la demanda y estamos investigando el asunto”. Según el representante de la empresa, Zara tiene altos estándares de calidad y de control, por lo que están comprometidos y pueden asegurar que todos sus productos cumplen con cada uno de los requisitos de seguridad.
A pesar de que el litigante quizo negociar con la empresa sin tener que llevar el caso a la corte, Deutsch sostiene que Zara se negó, por lo que llevarán el proceso ante los tribunales.
