La defensa aérea israelí enfrenta una situación sin precedentes ante la intensificación del conflicto con Irán, que ha puesto en jaque la capacidad de respuesta del país. Desde el inicio de la guerra el 13 de junio de 2025, el sistema de interceptores Arrow ha estado bajo una presión extrema, según un informe del Middle East Eye, respaldado por fuentes gubernamentales de Estados Unidos.
Uso acelerado de interceptores en medio de ataques persistentes
Fuentes oficiales y exfuncionarios han señalado que el consumo de misiles interceptores Arrow se ha incrementado rápidamente debido a la intensidad de los ataques balísticos iraníes. “Israel está gastando sus interceptores a un ritmo alarmante”, afirmó un oficial estadounidense familiarizado con la situación. De continuar con la misma velocidad, las reservas podrían agotarse en apenas 10 a 12 días, si no llegan nuevos suministros.
El sistema Arrow, desarrollado en conjunto con Estados Unidos, es la principal línea de defensa contra misiles balísticos de gran altitud. Sin embargo, cada unidad tiene un costo aproximado de 3 millones de dólares, y su producción no puede acelerarse con facilidad para cubrir la demanda actual.
Implicaciones de una posible escasez
El agotamiento de los interceptores Arrow tendría graves repercusiones para la seguridad israelí, ya que limitaría la capacidad de interceptación y protegería de manera efectiva ciudades y objetivos estratégicos frente a nuevos ataques. Aunque Israel dispone de sistemas complementarios como David’s Sling, Iron Dome y la tecnología estadounidense THAAD, estos no son capaces de interceptar ciertos misiles iraníes de largo alcance o hipersónicos, que solo pueden neutralizarse con los interceptores Arrow.
Según un análisis del Wall Street Journal, Estados Unidos ya ha transferido parte de sus propias reservas a Israel, dejando a ambas naciones en una situación vulnerable ante una escalada prolongada del conflicto.
La comunidad internacional observa con preocupación el desenvolvimiento de una crisis que, en caso de agotar los misiles interceptores, podría abrir nuevos capítulos de vulnerabilidad en la región.
