La reina Isabel II, de 96 años, viajó este lunes a Escocia con algunos miembros de su familia para asistir a la tradicional ceremonia de apertura de la residencia real de Holyrood (Edimburgo) y la entrega de las llaves de la ciudad.
La monarca, que ha reducido sus compromisos públicos debido a problemas de movilidad, viajó con su hijo menor y su esposa, los condes de Wessex, Eduardo y Sofía, según medios locales.