La Basílica de San Pedro, situada en el Vaticano, sufrió un acto vandálico cuando un hombre de aproximadamente 40 años se subió al altar mayor y derribó seis candelabros del siglo XIX, valorados en 30 mil euros.
Los hechos ocurrieron el viernes 7 de febrero, cuando un hombre que se encontraba dentro del templo subió al altar mayor, ubicado debajo del Baldaquino de Bernini, y de un momento a otro comenzó a arrojar al suelo los candelabros de bronce que miden poco más de un metro de altura.
Tras derribar los históricos candelabros, causando un gran estruendo que llamó la atención de los visitantes, el sujeto tomó el mantel de lino que cubría el altar y trató de arrojarlo, sin embargo, en ese momento personal de la Gendarmería del Vaticano logró detenerlo.
Tras estos hechos, el sujeto de nacionalidad rumana, fue trasladado a la comisaría para identificarlo e iniciar el proceso legal correspondiente. No obstante, fue puesto en libertad.
Las autoridades del Vaticano, por su parte, denunciaron penalmente al hombre por daños y buscarán que le sea impuesta la prohibición de residir en Roma. De momento siguen investigando los motivos de su comportamiento, ya que se desconoce si se trató de un acto de protesta o de un hecho aislado.
Al respecto, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, mencionó que esta persona tendría una grave discapacidad mental.
Respecto a los candelabros que fueron derribados por el agresor, se trata de piezas con un importante valor histórico y artístico. Fueron elaborados en el siglo XVIII y donados por la familia Borgheses.
Expertos en conservación de arte, indicaron que la restauración de estas piezas podría tomar algunos meses.
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