Las autoridades mexicanas hallaron un nuevo centro de exterminio en unos terrenos de Nuevo Laredo, en el nororiental estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, donde el crimen organizado ejecutaba y calcinaba a sus víctimas.
«Fue localizado la semana pasada durante la búsqueda de desaparecidos en la carretera que va de Monterrey a Nuevo Laredo. Todavía había señales de tambos calientes (barriles de plástico) que se utilizaron para cremar los cuerpos», dijo este miércoles a Efe Geovanni Barrios, activista de búsqueda de personas en Tamaulipas.