Durante la negociación del convenio de coordinación que se firmó entre el Gobierno de Jalisco y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), uno de los puntos en disputa se centró en que el estado pretendía aportar solo 304.8 millones de pesos, esto es, una quinta parte de lo que proyectaba el órgano federal. Aunque el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, fue muy crítico de la postura que asumió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en aquella negociación de febrero del 2020, la presión federal provocó que el Gobierno estatal terminara quintuplicando su inversión.