Sergio D’Alessandro, el profesor de 55 años que, en diciembre pasado, fue baleado por motoladrones en La Plata, en Buenos Aires, Argentina, falleció este sábado por la mañana, tras permanecer nueve meses internado en el hospital Alejandro Korn, de Melchor Romero. Los delincuentes le dieron tres tiros por la espalda cuando se resistió al robo de su auto, en Los Hornos. Uno de los plomos lo alcanzó y lo hirió de gravedad.
D’Alessandro era profesor de historia en una escuela secundaria y, de acuerdo a lo publicado en redes locales, era muy querido y admirado por sus alumnos, quienes se manifestaron en la ciudad para exigir justicia por el docente. De acuerdo a sus familiares, su estado de salud había empeorado en los últimos días y, tras conocerse la noticia de su muerte, su familia y allegados lo despidieron y homenajearon con globos negros, que colgaron en la entrada a la localidad platense.
“Los Hornos de luto, despide con mucho dolor a Sergio D’Alessandro”, escribió una vecina en un grupo de Facebook. “QEPD. El mejor profesor que tuve en el colegio. Mis condolencias a la familia”, escribió uno de sus estudiantes. “Excelente profesor, excelente persona”, agregó otra usuaria de la red social. “¡Volá alto Sergio! ¡Gran compañero! Justicia para él y consuelo a su familia”, publicó una colega.
Hincha de Estudiantes y fanático del básquet, era padre de dos chicos menores de edad. Además, sentía una fuerte vocación por su profesión. “El que trabaja con las manos es un artesano. El que trabaja con la voz es un artista. El que trabaja con la mente es un intelectual. El que trabaja con el corazón es un poeta, pero el que trabaja con las manos, con la voz, con la mente y el corazón: ese es un maestro”, puede leerse en su cuenta de Instagram.
Por el crimen del docente, hay dos jóvenes de 24 y 18 años detenidos, ambos con antecedentes por robo.
El violento intento de asalto ocurrió la mañana del 17 de diciembre, cuando dos motoladrones interceptaron a D’Alessandro, que circulaba en su auto Chevrolet Agile de color gris, le mostraron un arma para asustarlo, pero el docente aceleró para tratar de esquivarlos.
Al ver que la víctima escapaba, uno de los asaltantes le disparó tres veces al auto: uno de los tiros impactó en la parte baja de la espalda del docente, hizo que perdiera el control del vehículo y chocara de frente contra la pared de una casa ubicada en la esquina.
Tras dejarlo herido, huyeron a bordo de su moto negra hasta que unos 20 minutos después intentaron dar otro golpe. También a punta de pistola, quisieron robarle el auto Peugeot 208 a una mujer. La secuencia fue prácticamente la misma que la ocurrida con el docente.
La intimidaron con el arma para reducirla, pero la víctima aceleró casi en el acto. Como vieron que huía, los motochorros otra vez le dispararon entre dos y tres veces a la mujer, aunque esta vez el azar hizo que la víctima resultara ilesa. Uno de los proyectiles, sin embargo, impactó en el paragolpe trasero del Peugeot. Finalmente pudo escapar.
Sin conformarse todavía, los ladrones abordaron diez minutos después a otro hombre, a quien le robaron su auto marca Fiat Siena. Sacarle el vehículo no fue fácil, ya que el dueño opuso resistencia y comenzó a luchar con ellos. De hecho, logró obtener una pistola Bersa calibre 9 milímetros que estaba en poder de uno de los sospechosos. Los delincuentes finalmente se fugaron, pero descartaron el Fiat unas cuadras más adelante.