André-Pierre Gignac protagonizó la novela de la semana en el marco de la Final del Apertura 2016 entre Tigres y América. El francés abrió la serie con un gol en el duelo de ida en el estadio Azteca (1-1), pero en la recta final del partido abandonó el encuentro tras una jugada en el área y un contacto con el zaguero paraguayo Bruno Valdez. Lo que siguió a eso fue polémica de ambos lados, así como incógnita y misterio por saber si el delantero felino jugaría o no el partido por el título en el ‘Volcán’.
Finalmente, el exatacante del Olympique de Marsella apareció, jugó los 90 minutos de tiempo regular, los 30 de la prórroga y marcó el primer penal de la tanda decisiva. Ya en los festejos, el ’10’ de la UANL aseguró que no fingió ninguna lesión y que por nada del mundo se hubiera perdido un duelo como el de ayer.
«No soy un actor, no soy una persona así; no me voy a perder una final ni por una fractura en el tobillo, güey», dijo a un reportero, no sin antes mostrar la zona lumbar de su lesión, misma en la que traía parches especiales de protección.
Asimismo, el artillero galo agradeció a los médicos del club «y a dos o tres personas más que no puedo decir sus nombres», para estar listo en el juego de Vuelta, al tiempo de señalar que su segundo campeonato con los Tigres era un momento increíble en su carrera.
