Por: Gustavo Palacios
¿Una revolución industrial?
No es un secreto que en los últimos años el futbol se ha convertido en una industria que mueve millones y millones de euros, dólares y hasta pesos. Sin embargo, y de manera muy distinta a lo que por años se ha venido haciendo en la cúpula del balompié, ahora parece existir una luz de esperanza, al menos en el primer mundo futbolístico.
El presidente de FIFA, Gianni Infantino, busca hacer una revolución en la industria del futbol, que termine por beneficiar al propio juego. Según información de L’Equipe, Infantino estaría proponiendo próximamente 11 puntos que ayuden a conservar la integridad de este deporte y el Comité del organismo lo estaría revisando el próximo 28 de febrero.
Una sola ventana de fichajes que se cerrará antes del inicio de las ligas europeas, límites a las cesiones y tope salarial, así como regulación de comisiones para los agentes, son algunos de los puntos que propone Infantino para poder mejorar las condiciones y sobre todo la competitividad de las diferentes ligas.
Estamos ante un momento de cambios cruciales para el futbol del futuro. Vendrán modificaciones a formatos de competencia para eventos de alta importancia como Eurocopa y Mundiales, los cuales próximamente serán multisedes y además tendrán un mayor número de participantes.
Con las reformas propuestas por Infantino quedaremos a la espera de una verdadera revolución, que ponga en jaque a los grandes clubes, que por lo general son los encargados de hacer explotar el mercado de fichajes con altísimas cantidades, pagando cláusulas con tal de obtener jugadores a cualquier precio. Esos mismos clubes son los que llegan realmente con los recursos para fichar en el invierno y que además son “propietarios” de una gran cantidad de jugadores que terminan cediendo a diestra y siniestra. Son los clubes que además guardan una íntima relación con los agentes de jugadores que cobran jugosas comisiones por el acomodo de los mismos.
Y es aquí donde viene la pregunta, ¿Será capaz la FIFA de declararle la guerra a sus agremiados, a quienes le sostienen el negocio? ¿Se atreverá Infantino a desafiar a los que se han encargado de demostrar que son los verdaderos dueños del balón? ¿Esto será un simple espejismo lleno de demagogia y buenas intenciones para seguir comiendo pan con lo mismo?
Una cosa sí me queda más que clara, en México estamos a años luz de pensar que estas propuestas van a funcionar, de creer que van a servir para heredarnos un futbol más decente del que hoy tenemos, basta con ver que seguimos esperando el exterminio del draft, de la multipropiedad y de los dirigentes ilegales, entre muchas otras cosas.Guanni Infantino,
