Por: Gustavo D. Palacios |
@GPalaciosRPyMkt
OJALÁ QUE TE VAYA BONITO…
Ya lo cantaba hace algunos ayeres el gran José Alfredo Jiménez y hoy se aplica perfectamente para el caso del tedioso y tibio entrenador de la denominada Selección Mexicana de Futbol.
Ojalá que le vaya bonito, ahora que todos sabemos que rechazó la continuidad dentro de una Federación que no es la más importante del mundo, pero que por lo menos para él resultaba un gran escaparate.
A Juan Carlos Osorio hay que desearle el bien y que ojalá se le acaben sus penas, que con el ´Tricolor´ fueron varias, aunque ninguna como aquel 7-0 de Chile al equipo azteca en la Copa América que definitivamente dejó en claro que tanto el futbol nacional como él, están muy lejos de un nivel top.
Y de algo estoy seguro, el amor del futbol mexicano jamás le dolerá a Osorio, porque en realidad nunca lo hubo, no gozó del cariño de la afición porque su futbol fue gris y poco atractivo, distando demasiado de lo que fue su antecesor, Miguel Herrera, quien no solamente proponía un estilo más agradable para la afición, sino que además para los medios era garantía de titulares y horas de debate en programas de radio o TV, algo que el colombiano ni en sueños podría conseguir y que le generaba la antipatía de la prensa mexicana.
Ojalá que Osorio se olvide para siempre del futbol mexicano y viceversa, que al entrenador colombiano se le llenen de sangre las venas y al balompié mexicano lo llene la vida de suerte, que seguramente va a necesitar en los años venideros cuando la generación “dorada” termine por extinguirse, con futbolistas que juegan poco, que brincan de un equipo a otro o prefieren los dólares de la MLS para vivir cómodamente sus últimos años.
Ojalá que a Osorio le vaya bonito, pero como también cantaba el orgullo de Dolores Hidalgo, hay que decirle “No me amenaces”, si ya está decidido que agarre su rumbo y se vaya.
QUE NO NOS ENGAÑEN…
Definitivamente la Liga de España, al igual que algunas otras de Europa, tienen poca competitividad en lo que refiere a la conquista de títulos, pero para quienes gozamos con ver este tipo de futbol, verdaderamente de otro mundo, de uno más avanzado, la competitividad está presente en la mayoría de partidos. Para muestra lo sucedido esta semana, con los dos gigantes del balompié ibérico, el potente FC Barcelona y el Real Madrid, han pasado apuros en los campos del Unión Deportiva Las Palmas y el Espanyol de Cornellá.
Pero más allá del resultado les invito a ver por lo menos los goles de estos encuentros, en el caso de los merengues, el resultado fue producto de un rival aguerrido como el Espanyol que terminó por llevarse la victoria de 1-0 con gol de Gerard Moreno, una definición digna de un goleador y de un futbolista de mucha clase. Durante el encuentro Moreno ya había advertido de su peligrosidad, pero al minuto 93 remató de primera intención un centro desde la derecha y convirtió el balón en un obús indetenible para Keylor Navas que sentenció el partido a favor de los periquitos. Una definición que hubieran firmado sin problemas Benzema, Suárez o Diego Costa, cualquiera de los delanteros top de la Liga, pero que a final de cuentas lo hizo Gerard Moreno, atacante que merece una medalla de honor en esta jornada.
Las cosas no fueron diferentes en el campo de Las Palmas, el Barcelona sufrió demás, aunque los amantes de la portería gozamos con la actuación de Marc André Ter Stegen. El meta de los catalanes fue exigido al máximo y en el penal, inventado, no tuvo absolutamente nada que hacer porque Calleri lo cobró de una manera excepcional. La clase con la que Jonathan Calleri ha ejecutado la pena máxima es digna de llevar a una escuela de futbol y que los niños aprendan como superar a un meta de élite como Ter Stegen. El argentino colocó el cuerpo de tal manera que solo debió empujar con la parte interna del pie derecho un balón que salió con fuerza pero exactamente debajo del travesaño siendo inalcanzable para el meta germano.
Desde aquí, simplemente sigo diciendo gracias porque cada semana en el campo, y no en la tabla, hay competitividad en la mayoría de los partidos de la liga, justo en el cuadro verde donde vive el Futbol de Verdad.
“La vida es como un deporte, practícala con pasión y actitud” – Gustavo D. Palacios
