La industria refresquera en México podría invertir entre 17 mil a 18 mil millones de pesos en 2017, lo cual representará la construcción de nuevas plantas, ampliaciones, remodelaciones y otros gastos en activo fijo, estimó la firma auditora KPMG.
De 2012 a 2016, la inyección de capital de los refresqueros en nuestro país tuvo un crecimiento anual compuesto de 22% y el año pasado se destinaron 15 mil 300 millones de pesos para su expansión. En 2015, los recursos sumaron más de 13 mil 149 millones de pesos.
Un aumento de 22% representaría más de 3 mil millones de pesos en los recursos destinados por las empresas, aunque si se toma el crecimiento del año pasado frente a 2015 el aumento ronda cerca de los 2 mil millones de pesos, detallan datos de KMPG.
«Nuestro balance es que en esta industria no hemos visto un impacto en las tendencias de inversión, podríamos esperar que continúen. Nosotros creemos que 2017 no tendría un impacto importante en esta industria y tendríamos que voltear a 2018, dependiendo de lo que suceda en la política comercial», dijo Oscar Silva, socio del área Global Strategy Group de KPMG México.
Pese a la incertidumbre por los posibles cambios económicos y políticos generados por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, directivos de KPMG coincidieron en que la industria de bebidas carbonatadas se mantiene dispuesta a continuar con las inversiones en México, ya que se trata de una industria con producción local que atiende al mercado interno.
Por otra parte, el volumen de venta de refrescos en nuestro país ascendió a 18 mil 824 millones de litros en 2016 y reportó un crecimiento anual compuesto de 1.3% de 2012 al 2016. En ese periodo, el consumo percápita tuvo un crecimiento compuesto de 0.3%, dijo KPMG.
