Este año no hubo cruces de ceniza en las frentes. Los feligreses que fueron parte del ritual litúrgico que da inicio a la Cuaresma recibieron la ceniza en la cabeza. Antonio Godina Tejeda, párroco del Sagrario Metropolitano, en el Centro de Guadalajara, explicó que “a diferencia de otros años que se imponía la ceniza tocando la frente de la persona, o la cabeza de la misma, ahora se deja caer un poquito de ceniza sobre la persona para evitar el contacto directo físico, como una forma de prevención para el bien común y la salud de todos”.