Inicio JALISCO En duda el proceso evaluador de los aspirantes a la Auditoría Superior

En duda el proceso evaluador de los aspirantes a la Auditoría Superior

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La forma como calificaron el examen aplicado hace unos días para elegir a quien sustituirá en el cargo a Alonso Godoy Pelayo, dejó mucho a la discrecionalidad; esto a decir del aspirante José Mejía Urzúa, uno de los 30 aspirantes.

Dijo que los criterios aplicados para esta evaluación, dejaron de lado la experiencia en el servicio público y otras aptitudes que se requieren para poder servir a los habitantes de Jalisco, “siento que pudo haberse diferenciado el valor de cada una de las preguntas, es decir, tal y como lo establecían las bases de la convocatoria, todos los reactivos valían un punto cada uno y eran 100 en total. En mi opinión por la naturaleza de las preguntas algunas debieron valer dos o tres puntos y otras tan solo medio punto o un tercio de punto” dijo el participante.

A pesar de haberse considerado un proceso transparente, también fue inequitativo; porque existen cuatro elementos para la selección del cargo de auditor, el primero es la formación académica, segundo la experiencia profesional en la materia, el tercero el examen en mención y el cuarto la comparecencia ante la comisión de vigilancia para explicar el motivo por el cual la persona desea “servir” y puntualizó Mejía Urzúa “si son cuatro los criterios para la selección, en mi opinión se le dio un peso preponderante al examen de tal manera que quienes no alcanzamos la calificación mínima requerida, automáticamente quedamos fuera del concurso, es decir, es como si el examen descalificara a los otros tres principios, y sabemos por experiencia que en la vida no siempre los estudiantes que obtuvieron un 10 en las escuelas son los que triunfan en la vida”.

Agregó el experimentado servidor público “la función pública no es un examen continuo, en el sentido de que vayamos a estar contestando de memoria todo. Lo más equitativo debió de ser darle un valor de 25 puntos a cada uno de los criterios, “es decir, 25 a la formación académica pertinente, 25 a la experiencia profesional pertinente, 25 al examen y 25 a la comparecencia ante los diputados”.

En su percepción particular, el maestro Mejía Urzúa estos procesos deben mejorarse en lo futuro. Y es que, de los 26 aspirantes que fueron reprobados únicamente por el resultado del examen y no tomaron en cuenta ninguna otra condición de las mencionadas, “yo esperaría que no se tratara de una simulación, desearía que no fuera una estratagema para designar a alguien que ya esta In Péctore, yo desearía que no, desearía que mi Estado hubiera hecho ya progresos en materia de transparencia y de equidad en la administración pública”.

El ser un servidor público de carrera, con la experiencia de haber sido tesorero general del Estado, Contralor del Estado, ex funcionario en la Auditoria Superior de la Federación como director de ingresos federales e investigador adjunto en materia de análisis de costos de servicios públicos, le valió para superar una calificación de 65 puntos.

Resaltó la importancia de llevar a la práctica un ordenamiento contemplado en las leyes de fiscalización tanto estatales como federales, y que en otros países de primer mundo ya se aplica; sin embargo aquí el actuar de los auditores pasan por alto, las Auditorías del desempeño, que no se limitan a verificar que los dineros estuvieran bien gastados conforme a las partidas presupuestales y que estuvieran conforme a la Ley, los países desarrollados practican desde hace más de 20 años que además que ese dinero gastado cumpla los objetivos para lo que está destinado, cumplan con los programas, los objetivos, las metas y que se obtengan los resultados que se pretenden con esos programas.

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