Con el país al borde del colapso sanitario, las federaciones y los clubes de fútbol de Brasil están decididos a seguir adelante con los torneos regionales y nacionales, pese al veto de algunos gobiernos locales y en medio de la peor fase de la pandemia del coronavirus.
Con un promedio diario de cerca de 2.000 muertes asociadas a la covid-19, el fútbol brasileño no se plantea un nuevo parón como el del año pasado, que generó un enorme agujero en el presupuesto de los equipos.