El Barcelona se llevó tres puntos importantísimos para mantener la persecución del Real Madrid en la lucha por la Liga. El gol de Jérémie Boga en el comienzo del segundo acto provocó el nerviosismo en el equipo azulgrana, algo que disipó Paco Alcácer marcando su gol más importante desde que aterrizó el pasado verano. Los de Luis Enrique se mantienen a dos puntos del liderato.
El encuentro comenzó con una ocasión matutina del Barcelona con los dos protagonistas del partido en la jugada: Luis Suárez y Memo Ochoa. El uruguayo se plantó delante del mexicano, el cual solventó la primera tentativa azulgrana demostrando unos buenos reflejos.
La premisa del equipo de Luis Enrique era clara: marcar cuanto antes para dominar con claridad el partido. El primer contratiempo se lo llevaron en forma de lesión, pues a los diez minutos Rafinha pidió el cambio y Paco Alcácer salió a escena. Poco después conoceríamos que el brasileño sufre una lesión en el menisco interno de la rodilla derecha.
El segundo contratiempo fue conocer que Ochoa no iba a ponerle las cosas fáciles al cuadro catalán. Hasta tres ocasiones claras desbarató a un Luis Suárez que también se topó con el travesaño en un gran contragolpe comandado por Neymar.
Parecía imposible batir al ex arquero de Chivas cuando a dos minutos del descanso por fin Suárez logró batirle. Contragolpe fulgurante y definición estelar del charrúa con una gran vaselina que dejó helado el estadio nazarí.
Tras el paso por vestuarios, Ochoa volvió a dejar una buena intervención antes de que el Nuevo Los Cármenes explotase. Saunier se asomó al centro del campo y filtró un pase magnífico para un Jérémie Boga que definió ajustado al palo largo para que Ter Stegen no pudiera hacer nada.
El gol fue un jarro de agua fría descomunal para un Barcelona que se quedó planchado. El Granada vio su momento y trató de adelantar las líneas para llegar con más frecuencia al área contraria, pero ahí fue cuando surgió Alcácer. Cuando menos lo esperaban, el ex del Valencia solventó a la perfección la salida de Ochoa para que Luis Enrique gritase como nunca un gol en el banquillo.
Restaba media hora en la cual el Granada se desvivió por encontrar un resquicio en la zaga azulgrana, pero salvo algún que otro fallo de Mathieu, apenas pudo probar a Ter Stegen. A diez del final, Uche Agbo vio la segunda amarilla y en la siguiente acción Rakitic culminó una jugada de combinación para sentenciar el partido.
El Granada dio el partido por perdido y Neymar puso la puntilla en el descuento para hacer el definitivo 1-4. Los de Luis Enrique siguen a dos puntos de los blancos y solventan otro difícil encuentro.
