Algunas de las víctimas del avión de EgyptAir siniestrado en mayo tenían residuos de explosivos, informaron el jueves las autoridades en Egipto.
El avión, que provenía de París, se estrelló en el Mar Mediterráneo en mayo y murieron las 66 personas a bordo. El suceso ocurrió siete meses después del estallido en pleno vuelo de un avión ruso sobre la península del Sinaí, en un ataque reivindicado por el grupo extremista Estado Islámico.
El Ministerio de Aviación Civil de Egipto informó el jueves que comenzará una investigación en torno al vuelo 804.
Nadie se ha atribuido el derribamiento del vuelo 804. El avión, un Airbus A320, se estrelló cuando se aproximaba a la costa norte de Egipto.
La agencia de investigaciones aéreas de Francia ha determinado que los detectores de humo se activaron en los últimos momentos del vuelo 804. El portavoz Sebastien Barthe le dijo a la AP hace pocos meses que «eso por lo general es indicio de que ha estallado un incendio».
La publicación especializada Aviation Herald ha reportado que los sensores detectaron humo en el baño del avión, y fallas en dos ventanas de la cabina, en los últimos instantes del vuelo.
Francia inició una investigación penal en junio sobre lo sucedido.
El ataque contra el avión ruso, ocurrido el octubre del 2015 y en que murieron 226 personas, llevó a cancelaciones de vuelos y asestó un duro golpe a la economía egipcia, especialmente el sector del turismo ya debilitado por la inestabilidad política desatada tras el derrocamiento de Hosni Mubarak en el 2011.
Egipto nunca ha determinado la causa oficial de la caída del avión ruso. Pero un grupo local afiliado al Estado Islámico dijo que hizo estallar el avión con una bomba, y Rusia sostiene que lo más probable es que algún explosivo estalló en la nave.
